Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Jn4:23
En la actualidad hay personas que viven bajo la influencia de la “orfandad”, tal vez no tuvieron la figura paterna, o puede que la hayan tenido pero no estuvo presente como habrían querido… Alguien que vive en orfandad es una persona que carece de amparo, de valor y protección. Es por eso que una persona busca su valor en lo que hace y NO en lo que es. Como adoradores debemos de saber que nuestra identidad está en nuestro papá.
1. EL ENEMIGO BUSCA QUITARTE VALOR.
La orfandad es uno de los mayores enemigos para que se pueda cumplir el propósito que Padre tiene para ti, porque quiere que busquemos placer en las cosas que no provienen del Padre. Satanás quiere que busques placer en lo que haces, no quiere que te veas como lo que eres UN HIJO DE DIOS, buscas ser como otros, no quiere que tu identidad sea formada en tu Papá, busca separarte de su amor.
Ejemplos en la Biblia:
“UNA PERSONA QUE NO SE SIENTE VISTA NI AMADA POR EL PADRE, LO BUSCA EN OTRAS COSAS”
2. LA IDENTIDAD ME LA DA MI PAPÁ
La orfandad en nuestro corazón se erradica cuando tenemos un encuentro con el amor del Padre. Como hijos tenemos virtudes, tenemos errores… pero para Papá somos muy especiales, únicos, no necesitamos ser como otros, no necesitamos buscar placer en otras cosas, porque nuestra satisfacción está en ÉL, su amor nos basta para sentirnos completos.
Porque el Espíritu que Dios les ha dado no los esclaviza ni les hace tener miedo. Por el contrario, el Espíritu nos convierte en hijos de Dios y nos permite llamar a Dios: «¡Papá!» Romanos 8:15 TLA
Somos hijos y eso es lo que nos hace adoradores las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana,.EL padre busca que le adoremos, por lo que somos para Él, sus hijos amados en quien tiene complacencia, nuestra satisfacción está solamente en Él. Cuando nosotros encontramos esa identidad en nuestro Padre podemos fluir en la adoración, en esa busqueda continua, en tu instrumento saber que estás tocando para tu Papá, que de tu corazón está saliendo lo mejor de ti para Él.